Estrés: Vivir a la defensiva
No doy más, estoy cansado, me duele la cabeza, siento el cuello contracturado, no puedo dormir, o si duermo no descanso, me duele el cuerpo, tengo mucha ansiedad, estoy a punto de explotar…
En todos lados escucho personas sufriendo de estrés crónico y trastorno de ansiedad, que afecta no solo su día a día, sino su salud mental y emocional, las cargas sociales y emocionales impuestas por un sistema que exige alta productividad y competitividad, los descansos están no solo mal vistos, están prohibidos y etiquetados como pérdida de tiempo, debemos ser capaces todos de cumplir con expectativas, sociales, laborales y emocionales, y si no cumplimos resuena la palabra “Fracaso”. Somos una olla a presión a punto de explotar y los detonantes son muchos y variados, la vida misma se convierte por momento en un ring de pelea donde el adversario somos nosotros mismos.
Estoy segura de que en algún momento de este mes te sentiste así. Para poder resolver el estrés tenemos que conocerlo.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una reacción de nuestro cuerpo, innata, primitiva y completamente normal, como seres humanos evolucionamos en muchos aspectos, pero el estrés no es uno de esos aspectos evolucionados, al contrario, es una respuesta a peligros de vida que hoy no existen, aún ahí seguimos sufriendo una sensación de que nuestra vida peligra cuando hay un estresor incluso insignificante, en una medida baja el estrés es un activador valioso y creativo.
Hace mucho tiempo, cuando el individuo era un cavernícola, tenía que enfrentarse a múltiples peligros, por lo cual el cuerpo desarrolló una serie de acciones que preparan al hombre para pelear o huir.
En el momento en que un estresor aparece, como podía ser un animal peligroso que ponía en riesgo la vida, se liberaban ciertas hormonas como adrenalina y noradrenalina, que desencadenaban una serie de efectos dominó, estas hormonas le dicen al cuerpo que tiene que estar preparado, aumenta la presión arterial, el ritmo cardiaco se acelera bombeando más sangre a los músculos que se tensionan preparados para correr y liberar toda esa energía, se libera glucosa en sangre como fuente primordial de energía, cambia el ritmo respiratorio acelerando el flujo de aire en una respiración superficial y el cerebro deja de pensar correctamente, se mantiene en un modo de alerta muy alejado de la paz mental que todos buscamos tener.
De la misma manera sucede ahora en nuestros cuerpos ante “peligros” inminentes y modernos, como puede ser una discusión con tu vecina, no entregar un trabajo a tiempo o llegar tarde al trabajo, el cerebro no puede distinguir entre una amenaza real o imaginaria, y se desencadenan este tipo de reacciones de igual manera, incluso el pensamiento negativo puede ser un estresor fuerte.
En la antigüedad estos picos de estrés se resolvían con la liberación de carga energética, el correr al huir o la descarga ante una lucha, liberaba al cuerpo de todos los efectos del estrés volviendo el sistema a niveles normales.
Hoy nos enfrentamos a muchos estresores a diario, desde que nos despertamos con el ruido de una alarma despertador, en ese momento se empiezan a liberar pequeñas dosis de estrés a nuestro sistema, hasta que nos acostamos con el ruido del televisor de fondo viendo noticias negativas.
Como mencioné al comenzar, el estrés es necesario en pequeñas dosis, nos ayuda a estar despiertos y alerta, incluso aumenta la creatividad, estas pequeñas dosis se llaman eustrés.
Pero cuando el estrés se convierte en crónico nos referimos a distrés, lo llevamos por largos periodos de tiempo, es cuando las consecuencias se hacen presente, desde contracturas musculares, problemas cardiacos, diabetes, entre otras patologías que se desencadenan.
Convivimos con el estrés pero no con una correcta descarga energética.
Síntomas de distress o estrés crónico
¿Qué hacemos al respecto?
Lo mejor para el estrés es ocuparnos de ello, tenemos una mente exhausta, un cuerpo tenso y cansado, una rutina agotadora y nada de descanso.
Debemos ser conscientes de qué nos estresa, hacer cambios de hábitos, tener un espacio para poder liberar la energía acumulada, hacer ejercicio, alimentarse bien y tomar descansos, todo esto es fundamental para evitar el estrés. Pero ¿Qué hacemos con el estrés que ya está acumulado en nuestro cuerpo y mente?
En Delia Amarilla Centro Holístico puedes encontrar un tratamiento ideal para combatir y aliviar el estrés, tanto físico como mental, se trata de ejercicios personalizados de yoga terapia donde se trabaja con distintas técnicas y elementos específicos para cada persona, personalidad y tipo de estrés, combinados con masajes relajantes con piedras calientes, aromaterapia y reiki.
Este profundo tratamiento brinda al cuerpo y a la mente el descanso que está necesitando y estarás listo para disfrutar del nuevo comienzo 2023.
Sabemos las causas y sabemos qué hacer.
Esperamos que este artículo te sea útil en tu búsqueda del bienestar físico y mental, nuestra experiencia nos cuenta que el estrés controlado y manejado es una herramienta indispensable, fuente de acción y creatividad, activador del sistema inmunológico, nos permite anticiparnos a peligros, reorganiza nuestro cuerpo para obtener un mayor rendimiento, aumenta nuestra energía física y nos ayuda a actuar correctamente ante situaciones difíciles, es un defensor fiel e ideal, solo debemos aprender a controlarlo.
Las causas de estrés pueden ser muchas y variadas, pero las consecuencias son las mismas: insomnio, ansiedad, alteraciones en el ánimo, falta de atención, dolores musculares, nerviosismo e irritabilidad, cambios hormonales, depresión, inmunodeficiencia, diabetes.
Dentro de los desencadenantes del estrés puede haber estresores mentales, físicos, ambientales y tecnológicos, el estrés se acumula como una olla a presión “Necesito vacaciones” “Necesito que el año termine”, en esta época del año es cuanto peor podemos sentirnos.
Con más de 20 años de experiencia tratando el distrés y sus consecuencias en consulta puedo dar crédito de las maravillas del estrés controlado en nuestro cuerpo.
Te invito a que te animes a saber controlar tu grado de estrés para tener una vida plena y feliz.